La Isla de las Esculturas de Pontevedra

Isla de las Esculturas (Pontevedra)

Ya sea para hacer deporte, pasear o simplemente relajarse con sus bellas vistas, la Isla de las Esculturas es un lugar totalmente recomendable. Con sus cerca de 70.000 m2, la Illa do Covo nos ofrece un espacio donde la riqueza natural y cultural se funden para crear el mayor museo al aire libre de Galicia. La isla está enclavada en la zona periurbana de la ciudad de Pontevedra, en el margen norte del río Lérez y a escasos minutos a pie del casco histórico. ¿Y por qué se le llama Isla de las Esculturas? 

Todo comenzó en el año 1999 a raíz de una iniciativa motivada por la celebración de Año Santo Xacobeo en el que doce artistas internacionales fueron invitados a desarrollar un proyecto para la isla. Una idea que ha tomado forma a través de 12 esculturas (en las que el granito gallego es parte protagonista) y que ha motivado que la Illa do Covo pase a conocerse también como "Isla de las Esculturas".

Sin ser un gran conocedor de arte (y menos del que aquí nos ocupa) os invito a que me acompañéis en este paseo a través de todas y cada de las obras que aquí podemos encontrar. ¡Empezamos!

Parque Natural da Xunqueira de Alba

Son muchos los motivos que hacen que el Parque Natural da Xunqueira de Alba sea uno de mis rincones preferidos de Pontevedra. Con sus 67 hectáreas, este espacio es el principal humedal del municipio. Se localiza en la parte norte de la ciudad, al final del tramo del río Rons, cerca de su desembocadura en el río Lérez por su margen derecha.

Como os había comentado en una de mis primeras entradas, este lugar fue declarado como el primer Espacio Natural de Interés Local de Galicia (ENIL) en 2012. Y motivos para ello no le faltan, ya que en este humedal se han catalogado más de 160 especies vegetales diferentes, más de 130 aves, 14 libélulas, más de 40 mariposas, 10 especies de anfibios y 13 especies de mamíferos.

Xunqueira de Alba (Pontevedra)

De un mundo vacio a un mundo lleno. Segunda Parte: El crecimiento exponencial

Decía el doctor en física Albert Bartlet que la mayor limitación es nuestra incapacidad para entender la función exponencial. El maestro hablaba ante una clase abarrotada que mantenía su vista fija en él. Todavía recuerdo ese día en la universidad. "Existen limitaciones en la forma en que procesamos la información, sesgos sistemáticos y principios de disonancia que dificultan por la propia naturaleza y funcionamiento de nuestros cerebros el que recibamos adecuadamente este tipo de información. Toda nuestra historia evolutiva, la que ha configurado nuestra forma de responder a las amenazas, va en dirección contraria a los problemas ecológicos". El tema del día era el crecimiento exponencial de la población y la dificultad de comprensión del mismo por parte de la sociedad. Fue una clase magistral.  

Crecimiento poblacional. Diseñado por Freepik.es

Hace un par de semanas (en una entrada que podéis leer aquí) escribía una breve introducción de cómo hemos pasado de unos pocos de miles a los más de 7500 millones de seres humanos que somos hoy en día. Si recordamos, el crecimiento había sido lento pero más o menos constante hasta 1850, donde pasó a convertirse en un crecimiento exponencial. Antes de analizar las causas de esta explosión demográfica (muchas y algunas de lo más curiosas), quiero que se hagan una idea de qué significa esto. 

Que el crecimiento de la población sea exponencial quiere decir que sus incrementos son proporcionales al tamaño de la población. Como pueden ver, Albert Bartlet tenía razón. A primera vista es algo complejo de entender. Afortunadamente, existen ejemplos que nos ayudan a acercarnos a esta idea. La mayoría de estas analogías son muy conocidas, pero nunca está de más recordarlas.