domingo, 19 de julio de 2015

La Barca de Vilvestre: Donde el Duero se convierte en lago

Vilvestre. Una mañana de un día azul de julio.

La brisa fresca de la mañana acariciaba mi cara. Una brisa que se tornaba más húmeda a medida que descendía sobre la bicicleta a lo largo de la carretera que parte de Vilvestre y que desemboca, como si de un afluente más se tratase, a las orillas del Duero.


Bajaba entre valles poblados de viejas encinas, olivos, almendros y cerezos que se afanaban por teñir de verde las laderas a pesar de las escasas lluvias de los últimos meses. Eran poco más de las 9:00 de la mañana y los primeros rayos de sol que lograban alcanzar las aguas del río en el fondo de la vaguada dibujaban brillos como diamantes. En el ambiente únicamente resonaban las hojas meciéndose con el viento, no había nadie en la zona y solo una pareja solitaria de esbeltos alimoches eran testigos de mi descenso. Sobre mí, el cielo lucía celeste, muy vivo, con una intensidad que únicamente era puesta a prueba por las azules aguas del Duero.

Mirador el Reventón de la Barca (Vilvestre)
La carretera por la que circulaba y que lleva de Vilvestre al embarcadero apenas alcanza los 5 kilómetros. Una distancia que yo recorría plácidamente, sin prisas, intentando absorber cada una de las sensaciones y de los olores que el lugar ofrecía. Dejé que la inercia hiciese el trabajo. La bicicleta fluía libre sobre el asfalto a través de una carretera de cerradas curvas que dibujaba un contorno similar al del río que tenía cada vez más cerca.

Bajando hacia La Barca (Vilvestre)
Hice un alto en el camino antes de llegar a él. Quería fotografiar el Molino de Abajo, un antiguo molino ahora restaurado y que servía para explotar el oro que tapiza los campos de Vilvestre: el aceite. Un oro líquido procedente del zumo de la aceituna y que gozaba de gran fama en los alrededores. Muchos todavía lo recuerdan: «El aceite de Vilvestre recoge el sabor de nuestra tierra, nuestro aire, nuestra agua. No había otro igual».

El Molino de Abajo (Vilvestre). A la izquierda puede verse el puente "El Puerto"
Interior de el Molino de Abajo (Vilvestre)
 

Tras inmortalizar el molino con la cámara fotográfica (publicaré una entrada sobre el mismo en el futuro) continué mi camino. Estaba ahora a pocos metros por encima del nivel del río. Sus aguas cristalinas y calmas se aproximaban más y más a cada momento. Era como pedalear dentro de un cuadro.

Bajando hacia la Barca (Vilvestre)
Me vi obligado a detenerme. La imagen era espectacular. El Duero lucía majestuoso discurriendo con su traje turquesa de forma plácida y elegante entre unas tierras españolas y portuguesas que no podían más que rendirse a sus encantos. Abajo, el pequeño embarcadero de madera y techo metálico simulaba un juguete a merced del gigante de agua que, como una enorme serpiente azul, se perdía lejos del alcance de mi vista. La estampa me había atrapado. El Duero, como tantas otras veces, me había cautivado.

La Barca (Vilvestre)
Tras un largo rato (no sabría decir cuánto) me subí a la bici de nuevo y afronté los últimos metros que me llevaron a las orillas del río, donde el paisaje resultaba igual de magnífico.

Llegando a La Barca (Vilvestre)
Estaba ya en la zona de recreo conocida como "La Barca". Un precioso rincón en el que además del muelle fluvial (desde el que es posible realizar unos bellos paseos en barco por el Duero) existe un bonito merendero y un refugio de pizarra y madera que es posible alquilar por un módico precio (al final de la entrada tenéis toda la información sobre ello).

Refugio "La Barca" (Vilvestre)
Dejé la bicicleta apoyada en un viejo olivo a escasos centímetros del agua. El área está enclavada en una zona de antiguos bancales de pizarra negra y presenta una bella vegetación entre las que cabe destacar algunos hermosos ejemplares de Salix babylonica (sauce llorón) que, con sus largas, delgadas y colgantes ramas, parecen alimentar con sus lágrimas el Duero.


Paseé por sus orillas y saqué infinidad de fotos. En ocasiones peces de escamas plateadas saltaban aquí y allá sobre las aguas dibujando ondas circulares que rompían el gran espejo que formaba la lámina del río. El espectáculo era inmejorable y yo era el único espectador, así que me senté bajo un olivo y recordé el lema de este lugar: «La Barca: donde el Duero se convierte en lago».

La Barca: donde el Duero se convierte en Lago (Vilvestre)
La Barca (Vilvestre)





miércoles, 15 de julio de 2015

Centro BTT de Saucelle. Ruta 5: Camino del Duero

Bella y dura son los adjetivos que mejor definen esta quinta ruta del Centro BTT de Saucelle. Una ruta de algo más de 11 kilómetros que nace en el Centro BTT y se dirige en sus primeros metros de vida hacia la SA-330 en dirección al cruce Vilvestre-Barruecopardo, pero que se abandona rápidamente por un pista de arena que surge al lado izquierdo del asfalto. 

  

La pista conecta con La Barca de Vilvestre
Una pista ancha y serpenteante que presenta un buen estado y posee un firme aceptable y que nos conduce a través de un paraje impresionante a las orillas del Duero.  Aunque claramente es un trazado físico más que técnico, debe realizarse con los cinco sentidos en alerta, pues presenta unas pendientes muy pronunciadas (¡más del 22 % en algunos puntos!) que nos permitirán coger con facilidad velocidades muy elevadas, lo cual, sumado a algunas curvas muy cerradas, puede provocarnos algún que otro susto.

Antes de alcanzar el río, en los primeros kilómetros de la bajada, la ruta pasa junto al Mirador del Monte de los Negritos, un bonito balcón desde el que es posible contemplar una preciosa panorámica de las Arribes del Duero antes de continuar descendiendo de cota. 

Mirador del Monte de los Negritos. Saucelle
Vista desde el Mirador del Monte de los Negritos. Saucelle
A medida que el camino se aproxima a la lámina de agua, el paisaje se vuelve todavía más espectacular y la pista transita ente enormes acantilados que se precipitan al Duero cubiertos por un verde traje de espesa vegetación. 

 

 

Finalmente esta muere (tras adentrarnos por un estrecho camino cubierto de flora) junto a una estación de bombeo de las aguas del río desde la que podemos contemplar unas inolvidables vistas del Duero con las tierras portuguesas alzándose ante nuestros ojos y la playa de La Congida descansando a sus pies. 

 
Estación de bombeo en Saucelle. En lo que es una imagen preciosa, se puede observar la playa de La Congida en la margen portuguesa y el embarcadero de Vilvestre en la tierras españolas

La subida: 

Conocida la bajada uno puede imaginarse la subida. La ascensión a Saucelle desde la estación de bombeo se realiza una gran parte por el mismo camino de bajada y aunque llegado a un punto el trazado varía, la constante es la misma: una larga y empinada pendiente hacia el cielo que no ofrece ni un centímetro de descanso y que en varias ocasiones supera holgadamente el 15 %. Así que ya sabéis, valor y plato pequeño. Merece la pena. 

 
Durante una subida en la que el Tío del Mazo merodeaba muy de cerca pude disfrutar de imágenes como esta

Información de la ruta.

Datos sobre la ruta. Fuente: Centro BTT de Saucelle
Mapa y perfil de la ruta

PD: Añadiré un vídeo en el futuro.

martes, 14 de julio de 2015

Centro BTT de Saucelle. Rutas 1 y 2: Camino del Ucedo y Camino del Sierro

Con sus 11,45 kilómetros y sus 15,41 kilómetros respectivamente, la ruta 1 y 2 del Centro BTT de Saucelle comparten gran parte de su trazado (únicamente difieren en su parte intermedia). 

Rutas 1 y 2 del Centro BTT de Saucelle
Como en todos los casos, las rutas se inician en el Centro BTT, desde el cual se parte a lo largo de la SA-330 en dirección al cruce de Vilvestre y Barruecopardo para desviarse unos metros antes del mismo por una pista que nace al lado derecho de la calzada. Una pista de arena ancha y en buen estado que nos lleva a lo largo de los campos de cultivo y zonas de pasto de Saucelle a través de caminos en buen estado y con escasa pendiente que nos ofrecen un bonito paisaje. Entre la vegetación destacan algunos pequeños rodales formados por especies del género Quercus como la encina o el roble. 

 


Llegado a un punto, el camino se bifurca y podremos optar por continuar hacia el centro BTT por la ruta 1 (línea azul en el mapa) o por la ruta 2 (línea roja). Ambas son muy fáciles de completar y mientras que el desvío de la ruta 1 (5 Km) nos ofrece la posibilidad de pasar junto al Corral de Cabras y de Lobos y obtener unas bellas vistas de Saucelle al fondo mientras pedaleamos por ella. 

Bifurcación entre la ruta 1 y 2 

La ruta 2 (8,5 Km), sin duda mucho más espectacular y recomendable, nos regala una magnífica e inolvidable panorámica de las Arribes del Huebra, en la que la acción combinada del río y los procesos gravitacionales han oradado una enorme cicatriz en la corteza terrestre.

Las Arribes del Huebra desde la ruta 2 del Centro BTT de Saucelle
 

Caño en la Ruta 2 del Centro BTT de Saucelle
Finalmente ambas rutas confluyen en el mismo punto para desembocar en el Centro BTT en lo que sin duda son unas sencillas y bonitas rutas aptas para todos los públicos. 

 

Información de la ruta. Fuente: Centro BTT de Saucelle.

Datos sobre la ruta. Fuente: Centro BTT de Saucelle
Mapa de la ruta. Fuente: Centro BTT de Saucelle


sábado, 11 de julio de 2015

Centro BTT de Saucelle. Ruta 4: Camino de la Dehesa

Con sus casi 11 kilómetros de longitud, la ruta 4 del Centro BTT de Saucelle presenta dos sectores principales: un primer sector de bajada de aproximadamente 5 kilómetros a lo largo de una pista de tierra con zonas arenosas y abundante piedra suelta y un segundo tramo de subida mantenida de algo más de 5 kilómetros que discurre fundamentalmente por asfalto.

Como es lógico, el punto de partida tiene lugar en el Centro BTT de Saucelle. Pedaleamos siguiendo las indicaciones de ruta en dirección al Puerto de la Molinera para girar rápidamente a la derecha por un pequeño camino asfaltado que discurre entre elaborados muros de piedra. 


Tras descender por él, llegamos a una especie de estanque que dejamos a nuestra izquierda para adentrarnos en una ancha pista de tierra sinuosa y bella que, como una gran serpiente, serpentea a lo largo de los valles de esta preciosa zona de Las Arribes para después conducirnos (atravesando antes un gran portal metálico) al merendero de la Dehesa, un apacible y hermoso lugar en el que podemos descansar bajo unos enormes y viejos ejemplares de alcornoque para así retomar fuerzas y emprender de nuevo la ascensión al pueblo.

 


Una subida que uno no puede acometer sin detenerse antes a contemplar la perspectiva que nos ofrece el mirador "El Picón del Moro", situado a escasos metros del merendero (en la zona conocida como Prado del Llano), y que nos regala una bella panorámica desde la que se puede observar una impresionante vista del embalse del Duero, en cuyos márgenes podemos distinguir el embarcadero de Vilvestre en la parte española y la playa de La Congida en la margen portuguesa, aguas arriba de nuestra posición. Aguas abajo se puede contemplar perfectamente el mirador Penedo Durao (perteneciente a la localidad portuguesa de Freixo de Espada a Cinta), así como intuir la desembocadura del río Huebra en el Duero.

Mirador "El Picón del Moro". Saucelle

Ejemplar de Quercus Suber (Alcornoque). Merendero de la Dehesa (Saucelle)
Tras deleitarnos con estas magníficas vistas, toca la ascensión a lo largo de un fragmento de aproximadamente 5 kilómetros, que se realiza casi en su totalidad por la carretera de la presa de Saucelle. Por fortuna el asfalto es bueno, la carretera ancha y el cuadro a nuestro alrededor inmejorable. La pendiente media en esta zona es de algo más de un 5,5 % (durante unos metros llega a alcanzar un 11 %), por lo que es recomendable tener una buena preparación física para acometerla.

 



Información de la ruta. Fuente: Centro BTT de Saucelle.

Información sobre la ruta. Fuente: Centro BTT de Sacuelle
Perfil de la ruta. Fuente: Centro BTT de Saucelle
Mapa de la ruta. Fuente: Centro BTT de Saucelle

 PD: En cuanto pueda añadiré un vídeo.