domingo, 17 de abril de 2016

El monte Gudín: un paseo entre enebros, retamas y alcornoques centenarios

El monte Gudín es otro de esos bellos lugares sobre los que gira la vida en Vilvestre. Antaño guardada por cabreros, hoy en día se utiliza como finca comunitaria y supone un hermoso rincón de gran valor natural y paisajístico.

De camino al monte Gudín (Vilvestre)
Aunque existen algunas variantes (de las cuales sin duda la que pasa por el Molino de la Luisa es la más bonita), se puede acceder a él por una pista de arena y polvo que parte desde una de las calles aledañas a la plaza del pueblo (está perfectamente señalizado). La ruta principal rezuma belleza por doquier y discurre a través de campos atestados de encinas.



Finalmente, el camino desemboca junto a un gran portal metálico que marca el inicio del monte Gudín. Una vez al otro lado de la verja (no hay que olvidar dejarla como estaba), la pista continúa y llega, tras pasar junto a un pilón, a la casa del cabrero.

El monte Gudín (Vilvestre)
Hoy abandonado, este edificio fue en su día la vivienda habitual de los cabreros y de los guardas que cuidaban la zona.

Casa del cabrero en el monte Gudín (Vilvestre)
Casa del cabrero en el monte Gudín (Vilvestre)
Pese a los desperfectos, en su interior todavía pueden distinguirse las distintas estancias. Entre ellas destaca una con chimenea. Me pregunto qué conversaciones se habrán tenido al abrigo de su fuego...

Casa del cabrero en el monte Gudín (Vilvestre)
Junto al inmueble principal, y en una lucha contra las silvas, se alzan también otros dos edificios de menor tamaño usados para guardar los animales y como almacén.  A su lado, las ruinas de una construcción más afectada por el paso del tiempo indican el lugar en el que había un cuarto edificio.

Monte Gudín (Vilvestre)
A poca distancia de estos, unos pocos metros valle abajo, se levanta otro edificio. De forma cuadrada y tamaño considerable (unos 14 metros por lado) probablemente haya estado destinado al ganado (o quizás fuese una cuadra para caballos… ya me enteraré). Lo cierto es que merece la pena detenerse a observar su construcción en caída y su tejado de troncos, paja y teja.

Monte Gudín (Vilvestre)
Monte Gudín (Vilvestre)
Tras ello, el camino sigue descendiendo entre valles plagados de retamas, enebros y alcornoques. Los ejemplares de estos últimos son magníficos. Algunos son gigantescos y aparecen retorcidos, agujereados y castigados por el tiempo; aun así, son esplendorosos.

Monte Gudín (Vilvestre)
Alcornoque en el monte Gudín (Vilvestre)
Llegado a un punto determinado, la pista se bifurca en dos direcciones. El desvío de la izquierda nos conduce a un rincón en el que se encontraban otras construcciones. De todas ellas, hoy en día solo se conserva en buen estado un largo edificio de aproximadamente 25 metros de longitud que, sin duda, en su día sirvió para guardar el ganado.

Monte Gudín (Vilvestre)
El camino de la derecha, por su parte, desciende aproximadamente un kilómetro y muere finalmente en una larga explanada de suelo desnudo y sin vegetación. Este lugar ofrece al que allí se acerca una de las vistas más bellas y desconocidas del Duero y de la frontera portuguesa que se pueden disfrutar en el bello municipio de Vilvestre.

El Duero desde el Monte Gudín (Vilvestre). A la derecha de la imagen puede observarse la freguesia portuguesa de Mazouco.


P.D.: Siento que esta entrada está incompleta y que me he dejado mucha información por el camino sobre la historia de este lugar. Espero ir añadiendo más apuntes sobre este rincón en el futuro (lo cierto es que no he hallado mucha información en ningún sitio). Del mismo modo, si queréis realizar una aportación podéis dejar un comentario. Gustosamente lo añadiré en la entrada. ;)

No hay comentarios:

Publicar un comentario