La Granja de Briz es un pequeño remanso de paz situado en pleno casco urbano de Marín, una villa marinera vecina de Pontevedra de la que ya os he hablado alguna vez. También conocido como Parque de los Sentidos, es un rincón perfecto para desconectar que ofrece al que lo visita infinidad de actividades a través de un viaje por los cinco sentidos. Un viaje que es necesario hacer con ojos de niños, pero no sin antes conocer brevemente la historia del mismo:
Nos remontamos al pasado, a tiempos en los que este lugar pertenecía a los monjes de Oseira y era conocido como la Granja de la Costa. En el siglo XIX, tras la desamortización, fue adquirida por Roberto Munaiz, pasando así a manos privadas. La familia Munaiz levantaría en el solar una vivienda a la que bautizaría como "Villa Paula" en honor a su mujer y a su nieta, ya que ambas compartían el mismo nombre.
Años después, en 1942, una de sus descendientes, Ana Mª Saraiva Munaiz, quien estaba casada con Marcelino Briz, decide construir en la finca un chalé que se convertiría en la residencia de verano de la familia Briz Saraiva. Es entonces cuando el lugar pasa a conocerse como Granja de Briz y se convierte en el punto de encuentro de numerosas celebridades de la época: militares, políticos, empresarios, personalidades del lugar... Nadie quería perderse las fiestas y los famosos bailes nocturnos que aquí se producían y que todavía resuenan en los ecos del pasado.
Y llegamos así a octubre de 1999, cuando fue adquirida por el ayuntamiento de Marín a los hermanos Briz Saraiva por 150 millones de las antiguas pesetas.