viernes, 13 de febrero de 2015

De un mundo vacío a un mundo lleno. Primera parte: Introducción

Son las 17:30 horas de un viernes de febrero en Madrid. Por motivos familiares pasaré unos días en la capital del reino. Bajo una intensa luz de un invierno que se acerca a su fin, las barcas navegan bajo la atenta mirada de la estatua de Alfonso XII. El Parque del Retiro, inaugurado hace mas de cuatro siglos,—o eso reza una placa a su entrada—, es a esta hora el punto de reunión de estudiantes, jóvenes parejas, abuelos con sus nietos, músicos, pintores y demás artistas. Sentado en un banco escribo estas líneas acompañado de la banda sonora de los artistas callejeros y un coro de niños chillones. A pesar de que no son pocas las ocasiones en las que visito la ciudad que nunca duerme, todavía me cuesta acostumbrarme a su bullicio y su ritmo de vida ajetreado y frenético. Supongo que es lo normal en alguien como yo, acostumbrado a vivir en una pequeña ciudad como Pontevedra con sus apenas 90000 residentes. Ver tanta gente a mi alrededor siempre me empuja a divagar sobre la problemática de la superpoblación en el planeta. A esta hora, cuando apenas restan unos minutos para las 18:00 horas, somos aproximadamente 7.273.319.136 personas en La Tierra. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?

Rebobinemos en la historia. Estamos en el Paleolítico (una era que representa más del 99 % de la historia de la humanidad), en algún lugar de África entre hace 50.000 y 100.000 años. Como os podéis imaginar la vida es difícil: somos recolectores, carroñeros, unos pésimos cazadores y entre todos los de nuestra especie únicamente sumamos una cifra de aproximadamente 10.000 habitantes.

Faltan ya pocos años (desde la escala histórica) para que los primeros Homo sapiens que han abandonado África por el sur de Asia alcancen Europa. Con este panorama, es lógico que en esta época el número de seres humanos aumentara de forma muy tímida. La mayoría moría antes de cumplir su primer año, y la esperanza de vida en el mejor de los casos apenas llegaba a los 30 (lo cual es todo un éxito si tenemos en cuenta que se mantuvo así hasta principios del siglo XIX por increíble que parezca). No es hasta llegado el siglo XX cuando la esperanza de vida se dispara.

Migración humana

Como decía, la población crece a un ritmo lento pero de forma más o menos constante, y así se mantiene hasta el final del siglo XVI, a excepción de interrupciones puntuales como plagas, epidemias y hambrunas (la peor de todas ellas fue la Peste Negra, que en tan solo dos años fulminó a 1 de cada 4 habitantes del planeta. Algunas voces afirman que se cobró la vida de al menos el 60 % de los europeos). En la mayor parte de los casos, los progenitores (pese a tener una gran cantidad de hijos) únicamente dejaban a su muerte la suficiente descendencia como para ser sustituidos en número. Es a partir de finales del siglo XVI cuando la población mundial empieza a crecer rápidamente. Las razones son principalmente la medicina, la higiene y la dieta, aunque hay otras muchas que ya os contaré (algunas realmente inverosímiles).

Es así como aproximadamente 200.000 años después de la aparición del Homo sapiens ya en el año 1800 d.C. cuando la población mundial alcanza los 1.000 millones de habitantes. Todo un logro para los nuestros.

Tras esto, solo hicieron falta 130 años para que en 1930 alcanzásemos los 2.000 millones.
-¿Cuánto tardaríamos en duplicarnos nuevamente?- se preguntaban algunos. Para tener la respuesta únicamente hicieron falta 45 años, pues en 1975 ya sumábamos 4000 millones y 24 años más para llegar a los 6.000 millones en 1999. Podría alegarse en defensa de este crecimiento que la tasa global de crecimiento (que por cierto es mayor en las regiones más desarrolladas) ha descendido, lo cual es cierto. Aún así, la propia dinámica del crecimiento nos llevará a alcanzar una cifra de entre 9.000 y 9.500 millones en el 2050, y entre 11.000 y 12.000 millones de habitantes hacia el final del siglo XXI. Esto supondría haber pasado de 1.000 millones a 12.000 millones en apenas ¡250 años!

Gráfico sobre el crecimiento demográfico (1750-2100)
¿Cómo es este crecimiento? ¿Qué significa que sea exponencial? ¿Dónde se da de forma más acentuada? ¿Es sostenible este crecimiento de población en un mundo finito? ¿Y que vivamos tanto? ¿Existe un nivel de población ideal? ¿Y alguna forma de darle la vuelta a la dinámica?

Esas son preguntas para otro día. Aquí se está poniendo el sol y yo tengo un metro que coger. Por cierto, ya somos 7.273.451.972

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